miércoles, 12 de febrero de 2014

Y toda esa mierda.

Dejé de empeñarme en mantenerme tambaleando
en lugar de estrellarme contra todo.
No hay que temer hacerle caso a nuestro instinto
y puede que te sientas algo extraño
al principio, pero pronto se te pasa,
te acostubras, te gusta.
Y entiendes que es como una canción,
algo tan inutil y necesario,
pero que viene y te salva la vida
y no puedes contarselo a nadie
porque además ya lo saben.
Pero que sepais que a pesar de todo no dudaría
en volver a repetir, volverlo a intentar
aunque esta vez tampoco lo lograra
y tú aun ni siquiera me conozcas.
Porque si tienes miedo a vivir
estas perdido.
Todo esto pensé en aquel instante
en el que me di cuenta
de en qué me he  convertido
y toda esa mierda