miércoles, 30 de octubre de 2013

Vacas en la via

Allí estabamos los dos
mirandonos a los ojos
como dos vacas en mitad de la via
el tren que se acerca
y solo nos abrazamos y lloramos
muy muy fuerte
y una vida a punto de apagarse
y otra a comienzos de encenderse.

Quien haya paladeado ese instante
masticado acero
volado en pedazos
ese debe ser muy dichoso
en días como el de hoy
normales y mediocres
días en que te beso en la mejilla
y no puede saber más amargo
porque ya degusté la miel de tu boca
y no se me puede hacer más dificil
ni ser tan hermoso.

martes, 29 de octubre de 2013

Este es el asalto en el que besé la lona

Tyler Durden fue quien cerró mi blog hace unos años, y hoy pensé que solo él podria reabrirlo. es para mi un honor. De nuevo, Escandar Algeet !! Gracias!!

garabatazos
al principio creí en algunas cosas
y creí que esas cosas eran importantes
así que luché por ellas, o con ellas, que es la mejor forma de luchar por algo.

o por alguien.

al principio me llené de sueños porque no pensaba que los sueños pudieran ser un lujo.
me llené de sueños y me dije: así, si los voy perdiendo, me quedará siempre alguno del que poder tirar.

en caso de desvanecimiento.

al principio yo no sabía de qué color eran las mentiras.
a qué sabía la rabia.
cual era el significado último de ciertas lágrimas en ciertos ojos.

ahora distingo de entre colores el gris, mastico amargura con los puños,
y he memorizado unos cuantos diccionarios de palabras
para explicar un lloro.

ya no miro tanto al cielo, pero aun resisto en caminar mirando hacia bajo.

en época de cambios, miras tus nuevas paredes y piensas que no va tan mal,
repasas los teléfonos que no usas imaginando qué sería de ti si hubieras seguido llamando.
A ratos, te buscas excusas y haces un trato contigo mismo: mirar lo bueno del camino
para poder asumir lo malo.

y extiendes las manos esperando que llueva de nuevo.
buscando el ácido pálpito de las dudas en la lengua.

al principio era un cuento lleno de planos para palacios por construir.
ahora fumo tranquilo en un piso alquilado y miro la papelera llena
de folios rotos
a garabatazos.

ni me cuesta sonreir, ni no hacerlo me hace daño.