martes, 14 de julio de 2009

Visita al Parnaso

Acabé por echarme a la carretera toda la noche
piloto automático y cigarrillos kilometrados
todo muy en plan esto había que hacerlo
tarde o temprano acabaría por hacerlo
eso si, muy bajito
porque andaba toda la ciudad durmiendo.
La mano izquierda es la que conduce por la calzada
ella va firme y a lo suyo
y la mano derecha que conduce al acantilado
es una cobarde y una sinverguenza.
El amor me lo voy inventando por el camino
es que ya sabes, no me queda otra
y otra cosa no,
pero estoy como una puta regadera.
Así es, todo esto me trae de cabeza
y quien lo diria, ya no me supera,
que menudo cuelgue ahora que me acuerdo
pero me siento más cuerdo que nunca.

Joder, no voy a estarlo,
si acabo de empezar de cero,
ei, sin rencores, que luego se lia todo
voy pisando el acelerador con el pie izquierdo
cuando aceleraba con el derecho nunca funcionó
no me digas que la estoy liando
que esta vez no pienso arreglarlo
y más vale que me calle
que me enredo antes de empezar.

¡Ay!, si me dan las claras del día
y todo sigue igual.
Visita express al Parnaso
para comprobar que alli no estaban las musas
ni el cristo que las fundó
para cagarme en toda su puta madre.

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